¿Cómo el contexto de pandemia nos ha puesto a repensar el sistema de salud?

El pasado domingo 19 de abril, los veinte países más poderosos del mundo y que conforman la organización internacional del G-20, se reunieron en una conferencia virtual con el fin de discutir el impacto que la pandemia del covid-19 tenía en el mundo y, sobre todo, en los sistemas de salud. La conclusión de los ministros de salud de las economías líderes es que “La pandemia de COVID-19 ha puesto de manifiesto las debilidades sistémicas de los sistemas de salud», así mismo, ha demostrado la incapacidad global de reaccionar ante los eventos de una crisis en salud como la que actualmente presentamos.

No existe ningún país ajeno a esta realidad, desde Japón, hasta España e Italia, se han presentado sobrecargas del sistema, evidenciando la necesidad de adoptar cambios inmediatos para la atención de la problemática. Colombia tampoco se escapa a la crisis y desde el pasado mes de febrero se han expedido más de 600 normas locales y nacionales relacionadas con el sector salud, cuyo propósito es adoptar los cambios y ajustes necesarios para enfrentar la pandemia.

El sistema tuvo que ser repensado completamente, empezando por el fortalecimiento del carácter preventivo sobre el reactivo, medidas como la confinación obligatoria decretada desde el pasado 25 de marzo, la implementación obligatoria del trabajo remoto o en casa, la digitalización de la atención en salud a través de la telemedicina, el aumento de capacidad en UCIs y talento humano en salud. Estas medidas, acompañadas por el flujo constante de recursos hacia el sistema, adelantan la ejecución de una serie de iniciativas que estaban planeadas en términos de años, pero que, dadas las circunstancias, debieron ser efectuadas en cuestión de días, retando la capacidad del gobierno en la formulación de políticas públicas.

Aún quedan retos por cumplirse, por ejemplo, la implementación de tecnologías para la atención de población en zonas vulnerables, el fortalecimiento de la educación en salud para toda la población, los entornos de cuidado y prevención de enfermedades en las distintas comunidades, el apoyo al sector de innovación en salud, así como el mejoramiento de las condiciones del talento humano en distintas instituciones médicas.

Sin embargo, queda la pregunta sobre si todas estas medidas sin una coordinación a escala global nos permitirán como humanidad protegernos contra una nueva pandemia. La actual problemática de las cadenas de suministros donde se privilegian unos países sobre otros, los inconvenientes sobre el flujo de información sobre el virus, así como la presencia de actores emisores de noticias falsas, son tan sólo unos de los múltiples retos, frente a los cuales debemos proponer soluciones, pues para nadie es un secreto que esta situación nos reta no solo como colombianos, sino como humanidad.